Nace en Balmaseda en 1588. Juan y su hermano Francisco se instalan en Sevilla a principios del siglo XVII para llevar sus negocios con Indias. Juan se marcha pronto al nuevo continente como mercader de plata y añil en Panamá. Mientras, su hermano permanece en Sevilla como administrador y gestor de los bienes expedidos desde allí, Juan conseguirá una gran fortuna En 1643 se siente enfermo y otorga testamento en marzo de ese año. Decide regresar a España, pero no llegará a retornar muriendo en Panamá en septiembre de 1644 a los 56 años.
En sus últimas voluntades expresaba su deseo de fundar un Convento de Clarisas en su villa natal, ya que tenía una hija novicia en el Convento de Clarisas en San Martín de Don en el norte de Burgos. Deja estipulada la asignación de una importante suma a tal efecto. El conjunto conventual se levantará extramuros, en la salida hacia Castilla. En 1666 la Orden de Santa Clara toma posesión del nuevo edificio, aunque la iglesia no será terminada hasta 1675. El convento cesó en su función religiosa en los años 1980. Está declarado Monumento Histórico – Artístico. La estructura conventual es ahora un Hotel – Restaurante, con una respetuosa y acertada restauración; y la iglesia del convento, también sirve como Museo de la Pasión Viviente de Balmaseda. Una placa de piedra sobre la fachada de la Iglesia recuerda al fundador que dedicó su fortuna a este centro de espiritualidad.
Texto: Julia Gómez Prieto.