Nació en 1881 en Villanueva, pequeña aldea del concejo de Boal y emigró a Cuba con treces años de edad.

Trabajó en distintos oficios hasta que fue empleado como criado en la casa de la familia Carbó. Fue determinante para su formación que sus patrones le permitieron usar la gran biblioteca de la mansión.

En 1897 regresa a La Habana donde en 1904 entra a trabajar en la fábrica de tabacos Romeo y Julieta. En esos años también aprovecharía para completar su formación con la asistencia a las clases impartidas en la sección de instrucción del Centro Asturiano de La Habana.

Asentado ya laboralmente, a principios de siglo inicia su actividad periodística. En el año 1919, con un amplio bagaje en el periodismo, funda la revista El Progreso de Asturias.

Es a destacar su involucración en las actividades de la Sociedad Naturales del Concejo de Boal, ocupando diferentes cargos en la junta directiva, entre ellos presidente y secretario.

A él también se debe la creación de dos obras literarias.

Los Boalenses, prologado por Eva Canel, y el Reflector sobre España, relato de su viaje a España en 1946 durante el cual recibe el Título de Hijo Predilecto del Ayuntamiento de Boal.

En 1956 recibe el Título de Hijo Predilecto de Asturias, iniciativa de su colega Miguel Roldán, compañero en El Diario de la Marina, y a la que se sumaron todas las sociedades asturianas en Cuba. Fue el único emigrante asturiano que recibió esta distinción.